Las cicatrices son el resultado de un corte o una herida. Éstas, aunque no son bienvenidas, son parte del proceso normal de curación de la piel. Generalmente, las heridas superficiales se curan sin dejar marca. Es cuando la dermis se daña cuando queda cicatriz. Ésta queda más profunda que la epidermis, y contiene nervios, vasos sanguíneos, folículos pilosos… Digamos que la dermis lleva sangre a la epidermis.
Las cicatrices de acné son frecuentemente producto de una lesión inflamada, como una pústula o un quiste. Estas inflamaciones ocurren cuando el folículo o poro se llena de aceite, células muertas y bacterias. El poro se hincha entonces y rompe la pared del folículo. Si la rotura ocurre cerca de la superficie de la piel, la lesión es menor y cura rápido. Lesiones más serias surgen cuando hay una rotura profunda en esa pared del folículo o poro.