La Piel

Hay tanto que decir sobre la piel que no sabría ni por dónde empezar. Se trata del órgano más extenso que tenemos, ¿no es acaso esta información suficientemente significativa como para hacerse una idea de lo importante que es? 

Pero vayamos… al grano. Dejadme centrarme en los problemas de la piel; no en qué deben hacer los que tienen una piel maravillosa. Porque esos, con lavarse la cara, echarse un tónico y una hidratante… ya no necesitan más en esta vida. A mi hermana mayor siempre le ha pasado. Mientras mi otra hermana y yo hemos tenido granos, marcas y todo lo que se pueda albergar en la cara desde que tenemos memoria, ella siempre ha disfrutado de una piel fantástica. Y mientras nosotras nos hemos cuidado la piel día tras día, devanándonos los sesos por descubrir cómo mejorarla y evitar imperfecciones, mi hermana mayor nunca se ha puesto base de maquillaje (¿para qué?), y nunca en mi vida la he visto desmaquillándose, si se había puesto polvos.

No. Yo no voy a hablar de esa gente a la que le ha tocado la lotería, ni tampoco a dar estúpidos consejos, como “bebe mucha agua” o “pasa un día en la montaña para que el oxígeno penetre en tu piel”. Nada de eso. Este blog es serio. Voy a hablar de gente como yo, con problemas de piel y que ya está harta de probar productos que no funcionan.

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